Un empleado feliz es un empleado productivo. Este es uno de los principios básicos de las empresas de la nueva era con la implementacion de los programas de bienestar laboral, y nadie puede ponerlo en duda. Lejos quedan los tiempos en los que se pensaba que un jefe imponente incentivaba a sus empleados a ser más productivos… Ahora, por suerte para todos, se sabe que lo que hace realmente felices a los empleados son los beneficios que podamos ofrecerles.
Los programas de bienestar laboral son implementados para aumentar la felicidad de sus trabajadores y, por ende, incrementar su competitividad; las empresas deben, en primer lugar, darse cuenta de que la felicidad es un elemento más de la productividad que puede marcar la diferencia de su modelo de
Un equipo en el que prevalece la alegría sabe ver lo que está consiguiendo y aprender cuando las cosas no salen como esperaba; es un equipo en el que uno más uno es mucho más que dos, y en el que la diversidad es la capacidad de reconocer lo que cada uno aporta desde la diferencia, un equipo en el que predominan los trabajadores alegres y felices se comunica mejor con sus clientes y es capaz de encontrar, o de crear, las soluciones que mejor satisfagan sus necesidades.
En los casos de la empresas que dependen mucho de sus clientes, Y los clientes son tratados por las personas que les prestan los servicios o les facilitan los productos. Así pues, “resulta mucho más sencillo satisfacer sus necesidades desde una emoción alegre que desde otra negativa”. Así como se manifiesta la relevancia del aspecto físico, de la luz, del espacio, de la ausencia de ruido… En síntesis, del cuidado de la emoción de los trabajadores para facilitar que las conversaciones generen soluciones.
Cada vez está más probado que los horarios estrictos pueden acabar mermando la productividad de los trabajadores. Un trabajador que se monta la jornada laboral apoyado por los programas de bienestar, aprovechará mucho mejor el entorno en el que se dedique a trabajar, ya que no estará pensando en lo agotada, lo cansado o todas esas otras cosas que debe (o puede) hacer.
Ofrecer bienestar es ofrecer reconocimiento
Al ofrecerle al trabajador la certeza de que su participación es importante dentro de la empresa, resulta del todo necesario que reconozcas su trabajo cuando este está bien hecho. Aquí no se trata de ir poniendo medallas, pero un trabajador al que se le reconoce su trabajo es un trabajador que se esforzará en hacer sus tareas lo mejor posible. Por lo que brindarle tranquilidad, seguridad o algunas horas para su bienestar es reconocer su esfuerzo, su trabajo diario
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