Los problemas para concentrarte pueden ser difíciles de afrontar. Por eso, te presentamos sus causas y consejos para solucionarlo. Se entiende como concentración a la habilidad de seguir el hilo de una tarea y llevarla a cabo con éxito, gracias a que nos focalizamos en esta. Existen diferentes elementos que nos generan la falta de concentración. Esto se nota en el rendimiento y en la elaboración de tareas cotidianas que podríamos considerar «sencillas».
La concentración tiene mucho que ver con el grado de motivación con respecto a lo que estemos haciendo: resulta mucho más fácil concentrarse cuando queremos y nos gusta hacer lo que hacemos que cuando es algo impuesto. De hecho, existen conceptos, como el engagement, basados en ello.


Pero, qué otras causas tiene
Si bien la falta de concentración también puede sugerir un trastorno o enfermedad. En la mayoría de los casos no se trata de eso, sino es algo que todos tenemos de vez en cuando, son momentos en que nos falla la concentración y que pueden repetirse con facilidad. Veamos algunas causas frecuentes.
- Distractores: En toda situación aparecen diferentes estimulaciones que pueden llegar a interferir con nuestra actuación al reclamar nuestra atención.
- Competencia de tareas: Hacer dos cosas o más cosas a la vez, a menos que tengamos una de ellas muy automatizada, es complicado.
- Preocupaciones y pensamientos: La existencia de pensamientos o preocupaciones que absorben nuestra atención y dificultan mantener focalizada la atención en algo.
- Cansancio: Cuando nuestros recursos atencionales están agotados y no podemos mantenerlos fijos en un elemento concreto.
- Ansiedad y malestar: Si nos encontramos mal, estamos nerviosos o acabamos de tener algún tipo de disgusto concentrarse continuamente puede ser complicado.
- Alegría extrema y energía excesivas: Lo contrario del punto anterior también puede dificultar mucho mantener la concentración, pues la alegría que sentimos también demanda parte de atención.
- Envejecimiento: Las capacidades mentales como la memoria o la capacidad de concentración no son siempre estables, sino que por norma general suelen ir disminuyendo poco a poco con la edad.


Consejos para los problemas para concentrarte
Ahora que ya sabemos a qué se debe la falta de concentración, veamos qué hacer para concentrarse.Cuando la falta de concentración es muy frecuente o está causando problemas continuos es mejor buscar estrategias para poder combatirla.
- Reconoce tu falta de concentración: El primer paso es ser honesto con uno mismo. Si dejas los trabajos a medio terminar, pierdes cosas u olvidas dónde se encuentran entonces te falta concentración.
- Toma notas: Una lista puede ayudarte a cumplir los pasos necesarios para finalizar una tarea o proyecto. Esto ayudar a mejorar la memoria a corto y largo plazo.
- Divide un gran proyecto en tareas pequeñas: Si te enfrentas a un trabajo muy grande, puede que te desanimes y pienses que no se puede acabar. Lo mejor es dividir la tarea en otras pequeñas para hacerlas más rápido de acuerdo al nivel de dificultad.
- Usa marcadores y resaltadores: Señala lo que creas más importante de un documento y realiza apuntes personalizados para guiarte.
- Haz pausas: La concentración no se puede mantener por un tiempo largo. Por ello es bueno descansar un momento, respirar y así despejar nuestra mente. Con una mente fresca podemos enfrentarnos mejor a cualquiera tarea.
- Utiliza una agenda y planifica tu semana: Tener todo planeado nos ayuda a saber qué pasos debemos seguir para cumplir con nuestras metas.


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